Si eres entrenador o quieres
serlo, la motivación es uno de los aspectos psicológicos que vas a tener que
manejar.
La
motivación es fundamental para todo aquel que practica un deporte. Tienes que
tener la motivación adecuada para entrenar el tiempo necesario, con la
intensidad suficiente, concentración, sacrificio y demás aspectos necesarios
para la mejora.
Saber
encontrar la motivación e inculcársela a los niños es uno de los primeros
objetivos que han detener los entrenadores en edades tempranas para hacer que
los niños o niñas entrenen y mejoren.
Es por tanto una función del
entrenador aprovechar y fortalecer todos estos valores para que los chicos
tengan una motivación alta.
Interés inicial a la actividad
Los chicos que empiezan en la práctica de un deporte, empiezan con una motivación digamos que “innata” por las siguientes razones:
- Aspecto lúdico del deporte
- Relaciones con los demás niño
- Aspecto competitivo entre ello
- El espejo de los deportistas famosos.
Por estos motivos, el entrenador debe
aprovechar esta motivación para que desarrollen sus capacidades físicas,
deportivas y humanas.
Pero estas motivaciones que hemos
llamado “innatas” no durarán para siempre, y la labor del entrenador será saber
continuar un modelo de motivación que siga la línea estimulante y gratificante
original.
Modelos significativos
El uso de un modelo significativo
ayudará a que el niño quiera conseguir objetivos y el entrenador podrá
utilizarlo como medio para motivar. Este modelo lo tendremos que utilizar para
aspectos menos lúdicos o que requieran un sobre esfuerzo físico.
Podemos decir que hay dos tipos de
modelos:
- El jugador famoso que todos los niños quieren imitar y
llegar a ser como él
- El jugador más cercano, ya sea un compañero de equipo, un
jugador de una categoría superior por ejemplo.
Estos dos tipos de modelos son los que el entrenador tiene que saber manejar para motivar a los niños en los aspectos que más se necesiten.
Un ejemplo que los autores suelen utilizar para ver cómo gestionar estos modelos en el fomentar en juego sin balón a un niño.
El jugar sin balón es un aspecto táctico que pocos niños se sienten atraídos por él, así que puede ser una buena forma de motivarles, el uso de estos dos modelos.
Con el jugador más conocido como
ejemplo de jugador que juega muy bien sin balón, haremos que se despierte en el
niño el interés por este aspecto, pero después necesitaremos un modelo de
jugador más cercano que hará que este interés y motivación se mantenga alto y
que dure en el tiempo.
Si solo usáramos el del jugador
famoso, la lejanía que el niño percibe entre él y el jugador famoso haría que
poco a poco el interés desapareciera y con la perdida de ese interés también
desaparecería la motivación.
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