El fútbol, a cualquier edad, pero, sobre todo, para los más pequeños, debería ser una forma de disfrutar y de pasárselo bien. El fútbol te permite evadirte, te ayuda a aprender valores, a compartir experiencias con compañeros…
Pero a veces, por las presiones desmedidas y los comportamientos inadecuados de los propios padres, puede convertirse en un auténtico suplicio, provocando a algunos niños, una angustia que les empuja a querer dejar de practicar este maravilloso deporte.
Hoy queremos hacernos eco de una carta que el CD Leganés reparte entre los padres que acuden a las instalaciones del Jesús Polo, lugar donde se juegan los partidos de la cantera y que se ha hecho viral en las redes sociales en las últimas semanas… Material para hacernos reflexionar.
Lo primero, enhorabuena, por la iniciativa. Parece mentira que a estas alturas, tengamos que recordar este tipo de cosas ¿no?
Lo primero que quiero aclarar es que no es una iniciativa exclusivamente mía. Es una iniciativa del club, lo que pasa que yo, como responsable del departamento de la cantera y como director de la misma, al final, sí que soy un poco el que la representa. Es una idea que recoge muchos mensajes que se ven en los campos, de algo de lo que estamos especialmente concienciados en el club. Todo ello con la ayuda y colaboración del departamento de comunicación, que han sido los que le han terminado de dar forma y los que han hecho ese cartel y de ponerlo en la entrada. Creemos que es muy importante que un padre antes de entrar al campo reflexione un instante.
¿Sabes si es habitual este tipo de acciones como la que ha hecho el Lega, en el fútbol base, en el fútbol formativo para evitar este tipo de situaciones?
Afortunadamente sí. La gente se está concienciando y son muchos los campos en los que se pide respeto hacia al árbitro y al rival.
¿Cuáles son los principales comportamientos más criticables que suelen ver en las gradas de partidos de cantera?
Tenemos suerte que en el Anexo, donde juega nuestros equipos de cantera, contamos con un grupo de padres excepcional. Al final siempre hay alguno que se altera más que otro, pero no va más allá. Tenemos la suerte de tener un buen grupo de padres y si a eso le añadimos acciones nuestras… Por ejemplo, te adelanto que el día 2 de febrero, a través de la Liga, que es una escuela de padres a través de Javi Torres, tenemos una reunión con ellos y se les habla de cómo deben de comportarse. Los actos más reprochables suelen ser contra los árbitros. En algunos campos y, en ciertos partidos, en el minuto 4, lamentablemente, una afición u otra ya le ha reprochado al árbitro cualquier cosa. Se oyen auténticas barbaridades desde la grada.
¿Cuál crees que es la razón de este comportamiento tan injustificado?
Es un reflejo de hacia dónde está yendo la sociedad. Hoy en día la cultura del esfuerzo, del trabajo, del ganarse por uno mismo las cosas, creo que se está perdiendo. Muchas veces, cuando un niño no juega o no le salen las cosas, o no juega lo que cree su familia o representante lo que debería jugar, tratamos de echar balones fuera y de buscar un culpable. Buscamos el culpable de por qué no juega mi hijo, el compañero de mi hijo, al amigo de mi hijo… y buscamos un culpable y al final el blanco fácil suele ser el árbitro.
¿Qué se le pasa a un niño a estas edades cuando ve a su padre gritar, insultar, pelearse, presionarle?
Es totalmente perjudicial. Nosotros a principio de temporada establecemos una serie de reuniones con los padres desde la dirección del fútbol base y puntualizamos dos cosas: una es el respeto al rival y la otra es que prohibimos totalmente que el padre sea entrenador. Les explicamos que para eso ya existe una persona responsable. Que no olviden que son críos de 10 o 12 años, que todavía están formándose y les pido que piensen que las instrucciones que les están dando desde la grada pueden ser totalmente contrarias y opuestas a las que les está dando su entrenador. Y para un chico con esas edades tener que elegir entre lo que le dice un entrenador, al que le une un gran afecto de verle todos los días, y lo que le dice su padre, que es su referencia, pues esa elección no es fácil. A los chicos a veces le dan ganas de decir: sal tú que yo no sé lo que hacer…
Debe de ser muy frustrante para los responsables de las categorías inferiores, que os dejéis la vida formando e inculcando valores a los chavales y encontraros que los padres hacen esto, ¿no?
Evidentemente. Nosotros como directores de la cantera y como formadores en general cometeremos nuestros errores, pero siempre tratando de ser lo más justos posibles… Pero de ahí a pensar que el mundo está en contra de mi hijo, me parece que es un error. Yo les digo a muchos padres, cuando un árbitro viene a pitar a un alevín del Leganés es imposible que se levante pensado que va a fastidiar al alevín del Leganés. Es algo que no tiene ningún sentido.
En caso de que haya algún caso de este tipo en vuestras instalaciones, ¿Cómo actúa
Es algo complicado. ¿Qué potestad tengo yo, como director del fútbol base en un recinto privado, eso sí, pero qué potestad tengo yo para decirle a alguien que abandone un recinto? No puedo hacerlo. El protocolo que tenemos es acercarnos al padre con buenas maneras, porque alguien que quiere discutir, si encima vas de malas formas, al final puede ser peor el remedio que la enfermedad. Algunas veces hemos tenido que recurrir a las fuerzas de seguridad y han sido ellos los que han tomado las medidas oportunas. Hay una medida en el club que hemos hecho y me gusta y es, gracias a una iniciativa que hicieron el año pasado los padres del alevín A. Básicamente es un padre que le gusta venir con el bombo a animar y se creaba un ambiente muy bueno. Y propuse a todos los equipos que se hicieran con un bombo de animación y cantaran porque lo que conseguíamos es que, cada vez que un padre de una afición rival insultaran, nosotros con el ruido del bombo impedíamos que se escuchara y conseguíamos que en el campo se escuchara solo mensajes de ánimo. Al final lo hemos instaurado como una especie de norma y esos padres del alevín A cada vez que un padre insultaba desde la grada, pues rápidamente era contestado con el bombo.
¿Os ha pasado algún caso concreto de algún chaval que os haya comunicado que no se encuentra cómodo con el comportamiento de sus padres en la grada?
Está mal decirlo pero hay jugadores que se sienten muy presionados y como te decía antes ven al entrenador como alguien muy cercano, una persona a la que poder contar sus problemas y la verdad es que es un hecho.
¿Qué les dices a esos padres que creen que sus hijos van a ser Messi, Ronaldo, Neymar?
Les digo que de momento disfruten. Que si juegan en el equipo del barrio, pues en el equipo del barrio, que si juegan en el Leganés, que disfruten y que valoren dónde están. Y que disfruten del tiempo que sus hijos están en un equipo de nivel. Pero que no se acaba el mundo cuando te dicen que no puedes seguir en una cantera, o cuando decides abandonarla. Al final es un deporte, una ilusión. Lamentablemente el porcentaje de jugadores que llegan a la élite es ínfimo. Les diría que disfrutaran de sus hijos y que cuando terminaran el partido la primera pregunta fuera si se han divertido y no que les machacaran con cosas como que no hagas caso al entrenador, el entrenador no tiene ni idea, que habéis perdido por el árbitro… No. Hay que preguntar si va todo bien con los compañeros, con el entrenador… Ya habrá tiempo de sufrir con cosas relacionadas con el fútbol. En el fútbol base lo que hay que hacer es divertirse.
¿Crees que, en algún caso, a ciertos padres se les olvida preguntar a sus hijos si realmente son felices jugando al fútbol y anteponen sus propios deseos a lo quieren realmente los chavales?
Totalmente. Pasa eso en muchos casos. Como te decía antes es un reflejo de la sociedad. Hay mucha gente que ha querido ser futbolista y no lo ha sido por motivos x y quieren verse reflejados en sus hijos y lo único que hacen es crearles y meterles presión.
Fuente: somoselfutbolmodesto.blogspot.com.es
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