martes, 15 de enero de 2019

CARTA DE UNA MADRE A LOS ENTRENADORES DE FÚTBOL BASE

Se muestra preocupada por una competitividad desmedida en la que la formación queda en un segundo plano. "¿Qué valores queremos transmitir a nuestros hijos?"

"Llevo más de ocho años recorriendo campos de fútbol acompañando y animando a mis hijos que semana tras semana juegan su partido (independientemente de que haga calor, frío, lluvia, viento e incluso nieve). Ambos comenzaron con sólo seis años y con mucha ilusión. Durante este tiempo he disfrutado de momentos maravillosos pero también he visto, horrorizada, comportamientos y actitudes que en ningún caso deberían darse en partidos de fútbol base".
Así comienza su carta una madre que, como explica, tiene dos hijos que se suman a los miles que llenan cada semana los campos de la provincia salmantina. A su juicio, en los últimos años, la competición ha dado un paso adelante dejando a la formación en una escala demasiado reducida. "Creo que es muy positivo para nuestros hij@s inculcar valores como la competitividad y trabajo en equipo, y soy consciente de que la finalidad de cualquier deporte es ganar, pero… ¿a qué precio?"

Esta pregunta ha estado siempre muy presente en los seguidores de fútbol base, como el de esta madre, que no niega haber vivido situaciones muy positivas pero también relata otras más negativas. "He visto entrenadores que pierden las formas y gritan barbaridades desde el banquillo; he visto padres y madres que desde las gradas insultan a árbitros porque se han equivocado e incluso a niños del equipo contrario; he visto agresiones en el campo entre niños/as alentados por sus entrenadores y en ocasiones por los padres y madres; he visto niños/as llorando al final de un partido a los que los padres recriminaban porque no habían jugado bien".

Y sigue. "He visto árbitros que se creen 'todopoderosos' y que actúan sin ser conscientes de que ellos también tienen una labor educativa; he visto la desilusión de niños que terminaban el partido goleados después de haber disfrutado de su deporte favorito  (¿qué sentido tiene marcar 15, 20, 25 goles durante un partido?); he visto como niños/as se quedan en el banquillo con la ilusión de jugar unos minutos y ese momento no llega 'porque el resultado está un poco ajustado'; he visto como padres y madres critican a compañeros de equipo de sus hijos/as porque son 'malos'".

Todo esto, expresado por esta madre, es el pensamiento de otras muchas personas cercanas al fútbol base, que también se preguntan por los valores verdaderos que se están transmitiendo. "Cada semana se publican noticias sobre agresiones y situaciones indeseables en campos de futbol dónde los principales testigos son niños que ven como algo habitual los insultos, el menosprecio, la agresividad... Y creo que la mayor responsabilidad recae sobre las personas que gestionan y dirigen los clubs deportivos y los padres y madres que al final entramos en este juego", continúa para concluir con su verdadero sentir: "De momento yo seguiré animando a mis hijos/as a que practiquen su deporte favorito (hasta que ellos quieran), a que no pierdan la ilusión y sobre todo a que sean mejores personas".


Fuente: salamanca24horas.com

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